Blue Moon 33Cl

Información técnica del producto Blue Moon

Blue Moon es una cerveza de estilo Belgian-Style Wheat Ale reconocida por su suavidad, frescura y perfil aromático distintivo. Presenta una graduación alcohólica aproximada de 5.4% vol., lo que la sitúa en un rango equilibrado que permite disfrutar de su carácter frutal y especiado sin resultar pesada. Su nivel de amargor se encuentra en torno a los 9 IBU, un valor muy bajo que confirma su intención de ofrecer un trago suave, accesible y orientado a quienes buscan cervezas más afrutadas y menos intensas en lúpulo. Su composición incluye malta de cebada, trigo sin filtrar, avena y una combinación de ingredientes aromáticos como cáscara de naranja de Valencia y semillas de cilantro, que aportan notas cítricas, especiadas y un toque ligeramente dulce que se mantiene durante todo el trago. En boca destaca por su cuerpo medio y sensación sedosa, con una entrada dulce, refrescante y un final suave que invita al siguiente sorbo. La turbidez natural del trigo le otorga un aspecto dorado opalescente muy característico. Blue Moon se ha convertido en una referencia internacional porque fusiona la tradición cervecera belga con una interpretación más moderna y accesible, ideal tanto para consumidores expertos como para quienes se inician en cervezas de trigo con perfiles aromáticos agradables y equilibrados.

Historia y fabricante de Blue Moon

Blue Moon es elaborada por Blue Moon Brewing Company, una marca creada dentro del grupo cervecero Molson Coors, una de las mayores compañías cerveceras del mundo. Su origen se remonta a 1995, cuando el maestro cervecero Keith Villa, formado en Bélgica, decidió desarrollar en Estados Unidos una cerveza inspirada en las witbier belgas tradicionales, pero con un enfoque más accesible al público norteamericano. La primera fábrica donde se produjo Blue Moon fue la cervecería artesanal instalada en el Coors Field, el estadio de los Colorado Rockies, en la ciudad de Denver, estado de Colorado (Estados Unidos). Desde sus inicios, la marca apostó por ingredientes poco habituales en el mercado americano de los años noventa, como el trigo sin filtrar y la cáscara de naranja de alta calidad, lo que rápidamente la convirtió en un producto diferenciador. Molson Coors, propiedad de dos líneas familiares históricas —la familia Molson de Canadá y la familia Coors de Estados Unidos— consolidó la expansión de Blue Moon a nivel internacional, manteniendo la receta original desarrollada por Villa y reforzando su identidad como cerveza artesanal de estilo belga. Hoy en día, Blue Moon se produce en varias plantas pertenecientes al grupo, pero su esencia sigue ligada a Denver, donde nació y se consolidó como una cerveza innovadora dentro del mercado estadounidense.

Curiosidades de Blue Moon

Blue Moon está rodeada de curiosidades que explican parte de su éxito global. Una de las más conocidas es la recomendación de servirla con una rodaja de naranja, un gesto que muchos creen que forma parte únicamente de una moda, pero que en realidad responde al deseo de su creador, Keith Villa, de intensificar los aromas cítricos originales de la receta. Otra curiosidad interesante es que, cuando fue lanzada al mercado, muchos distribuidores dudaron de su potencial, ya que en los Estados Unidos de los años noventa predominaban cervezas lager más ligeras y estandarizadas. Sin embargo, su propuesta de reinterpretar una witbier con un carácter más frutal y suave fue exactamente lo que la convirtió en un fenómeno. Además, su nombre Blue Moon surgió de manera anecdótica: durante una degustación, uno de los asistentes comentó que una cerveza con un sabor tan especial solo se probaba once in a blue moon, expresión inglesa equivalente a muy de vez en cuando. Otro detalle llamativo es que, a pesar de ser parte de un gran grupo cervecero, Blue Moon mantiene un posicionamiento artesanal gracias a su método de elaboración y al uso de ingredientes de calidad superior. También ha logrado consolidarse como una de las cervezas más influyentes en la expansión del movimiento craft en Estados Unidos, introduciendo a millones de consumidores en estilos belgas que antes eran desconocidos para el gran público. Su imagen moderna, su turbidez característica y su aroma especiado la han convertido en un icono fácilmente identificable en bares y restaurantes de todo el mundo.