Corsendonk Blanche 33Cl
Corsendonk Agnus 33Cl
Corsendonk Pater 33Cl
Corsendonk Rousse 33Cl
Corsendonk Grand Hops 33Cl
Weihenstephan Vitus Weizenbock 50Cl
Ramee Blonde 33Cl
Saint Bernardus Witbier 33Cl
Bidassoa Agiña 33Cl
Weihenstephan Hefe Weiss 50Cl
Viven Master Champagner Weisse 33Cl
Schwaben Brau Das Helle 50Cl
Blue Moon 33Cl
Kapuziner Weissbier 50Cl
Zeta Trigger 33Cl
Genevieve De Brabant Blanche 33Cl
Livinus Blonde 33Cl
Baptist Blanche 33Cl
Sanwald Hefe Dunkel 50Cl
Konig Ludwig Weissbier Hell 50Cl
Hoegaarden Blanca 33Cl
Hoegaarden Blanca 33Cl
Paulaner Hefe Weizen 50Cl
Schneider Hopfenweisse Tap 5 50Cl
Schneider Turbia Helle Tap 1 50Cl
Timmermans Blanche Lambicus 33Cl
Mongozo Buckwheat White 33Cl
Weihenstephan Hefe Weiss 50Cl
Zeta Trigger 33Cl
Vedett Extra White 33Cl
Saint Bernardus Witbier 33Cl
Weihenstephan Vitus Weizenbock 50Cl
Konig Ludwig Weissbier Hell 50Cl
Galana Nº 1 Trigo 33Cl
Belgoo Magus - Chouke 33Cl
Blanche De Namur 33Cl
Kapuziner Weissbier 50Cl
Descripción técnica de Corsendonk Blanche
La cerveza belga Corsendonk Blanche es una bebida de estilo witbier que combina ligereza, frescura y complejidad aromática propia del trigo belga tradicional. Elaborada por la cervecera Brouwerij Corsendonk, esta referencia tiene una graduación alcohólica de aproximadamente 4,8%, según su ficha técnica oficial. Su amargor, medido por el IBU, es de unas 11 unidades, lo cual le otorga un perfil suave y equilibrado que permite que resalten sus notas cítricas y especiadas sin que la bebida resulte pesada. En el aroma se perciben delicadas esencias de cáscara de naranja y coriandro, combinadas con matices frutales ligeros que recuerdan al plátano o la manzana verde. Al paladar su textura es sedosa, con una carbonatación fina que aporta frescura, mientras que en boca se aprecia una mezcla armoniosa entre la malta clara, el trigo y las hierbas típicas del estilo. Su botella suele contener 33 cl, aunque también está disponible en formatos de 75 cl y barril, y está embotellada sin filtrar, lo que le da una apariencia ligeramente turbia y un carácter más auténtico. En conjunto, esta cerveza es ideal para quienes buscan una opción refrescante y bien estructurada, perfecta para el verano o para acompañar platos ligeros como ensaladas, mariscos o quesos suaves.
Origen e historia de Corsendonk Blanche
La marca Corsendonk tiene su origen en Bélgica y está estrechamente ligada al Priorato de Corsendonk, ubicado en Oud‑Turnhout. La cervecera actual asociada a esta denominación es Brouwerij Corsendonk, aunque la producción de muchas de sus cervezas históricas, incluida la blanche, se lleva a cabo bajo licencia en la cervecería Brasserie Du Bocq. Este arreglo permite mantener la tradición ancestral y la identidad de la marca, mientras se asegura una producción moderna y eficiente. La historia de Corsendonk Blanche remonta sus raíces a las cervezas de trigo elaboradas por monjes en la zona, y desde su relanzamiento en los años 80 refleja el espíritu abbey con una reinterpretación contemporánea. Su perfil ligero y aromático le ha permitido consolidarse como una de las bebidas más representativas de su gama, combinando herencia histórica y técnicas cerveceras actuales. La calidad de la receta se basa en la selección de maltas de trigo y cebada y en una fermentación cuidada, factores que le dan carácter y consistencia en cada lote. Además, su presencia internacional ha crecido gracias a su atractivo como witbier refrescante y auténtico, reforzando la reputación de Corsendonk como una marca reconocida por su tradición cervecera belga.
Curiosidades y detalles distintivos de Corsendonk Blanche
Una de las curiosidades más interesantes de Corsendonk Blanche es su método de embotellado sin filtrar, que contribuye a su turbidez característica y le transmite una sensación muy natural y artesanal. Este rasgo refuerza su identidad como bebida tradicional, acercándola a las cervezas de trigo clásicas belgas. Además, su receta incluye cáscara de naranja y coriandro, ingredientes típicos del estilo, que aportan un toque cítrico y especiado muy agradable, especialmente al aroma y al sabor. Aunque su graduación es moderada (4,8%), la cerveza no sacrifica complejidad: su equilibrio entre malta, trigo y especias la convierte en una opción muy accesible pero con carácter. Otra curiosidad es su exportación para mercados internacionales: a pesar de ser una witbier menos alcohólica que otras belgas, ha conseguido hacerse un hueco en bares y distribuidores de todo el mundo gracias a su frescura y versatilidad. También es común encontrarla en maridajes con platos ligeros, como ensaladas, pescados o quesos suaves, aprovechando su carácter refrescante y su ligera acidez. Su estilo y su procedencia le dan un valor cultural notable, siendo considerada un puente entre las cervezas de abadía tradicionales y las witbier modernas, con todo el respaldo de la herencia cervecera de Brouwerij Corsendonk.
