Cannabis Club 33Cl
Lindemans Apple 35,5Cl
Genesis Taronja 33Cl
Floris Chocolate 33Cl
Hoegaarden Rosee 25Cl
Rodenbach Gran Cru 33Cl
Lindemans Gueuze 25Cl
Bacchus Oud Bruin 37,5Cl
Oud Beersel Oude Kriek 37,5Cl
Saint Louis Premium Frambuesa 25Cl
Kameradski Balsamico 33Cl
Ave Maria 33Cl
Timmermans Oude Gueuze Lambic 37,5Cl
Duchesse De Bourgogne 25Cl
Lindemans Framboise 35,5Cl
Lindemans Pecheresse 35,5Cl
Timmermans Blanche Lambicus 33Cl
Hacker Pschorr Munchner Hell 50Cl
Zeta Hell 33Cl
Grimbergen Triple 33Cl
La Chouffe 75Cl
Paix Dieu Triple 33Cl
Brunehaut Triple 33Cl
Obolon Svitle 50Cl
Mongozo Coconut 33Cl
Zwijntje 33Cl
Jupiler 33Cl
Pacifico 35,5Cl
Maredsous 6 Blonde 33Cl
Leffe Blonde 33Cl
Tyris Original 33Cl
Paranoia 33Cl
Affligem Blonde 33Cl
Perfil técnico del producto: Cannabis Club
La Cannabis Club es una cerveza que llama la atención por su originalidad, ya que incorpora cáñamo en su receta, aportándole un carácter aromático muy particular. Se trata de una cerveza rubia ligera con una graduación alcohólica que ronda el 5% ABV, lo que la convierte en una opción accesible para la mayoría de los consumidores. Su apariencia es de un dorado brillante con una espuma blanca y consistente que se mantiene en la copa. El primer impacto en nariz revela un conjunto de aromas herbales y resinosos que recuerdan al cáñamo, acompañados por notas frescas de hierba recién cortada, flores silvestres y un sutil trasfondo cítrico.
En boca, la Cannabis Club sorprende por su equilibrio. Los sabores maltosos aparecen con suavidad, ofreciendo matices de cereales y pan fresco, mientras que el cáñamo aporta un toque terroso y ligeramente especiado. El amargor es moderado, con unos 20 IBU aproximadamente, suficiente para aportar frescura pero sin resultar invasivo, lo que la hace muy agradable y fácil de beber. La carbonatación es media, acompañando de manera equilibrada la textura ligera de la cerveza.
Gracias a su perfil sensorial, es una cerveza ideal para maridar con platos frescos y desenfadados como ensaladas, tapas vegetales, pizzas ligeras o quesos suaves. También funciona bien como acompañante en encuentros sociales, ya que su carácter refrescante y su originalidad generan conversación y curiosidad. Su propuesta técnica demuestra que la combinación de ingredientes tradicionales con otros más atrevidos puede dar lugar a una cerveza equilibrada y diferente.
Historia y fabricante del producto: Cannabis Club
La Cannabis Club se produce en Bélgica, país reconocido mundialmente por su tradición cervecera, pero también por su apertura a la innovación. Fue concebida como una respuesta a la creciente demanda de cervezas que ofrecieran experiencias diferentes, más allá de los estilos clásicos como las tripel o las dubbel. Su receta busca mantener un equilibrio entre la calidad belga y un guiño a la modernidad mediante el uso del cáñamo, una planta asociada tanto a la cultura alternativa como a la búsqueda de sabores naturales y distintivos.
El fabricante, siguiendo la tradición belga de cervezas artesanales, apostó por mantener procesos de alta fermentación y selección cuidadosa de ingredientes para asegurar un producto de calidad. La Cannabis Club se inspira en esa dualidad tan característica de la cerveza belga: el respeto a los métodos históricos y, al mismo tiempo, la valentía de experimentar con nuevos ingredientes. Esta mezcla entre lo clásico y lo innovador la ha convertido en una de las cervezas de cáñamo más reconocidas en los mercados europeos.
Hoy en día, se exporta a distintos países y ha encontrado su público entre los consumidores jóvenes y adultos que buscan algo más que una cerveza convencional. Su carácter alternativo y atrevido la posiciona como una bebida capaz de sorprender incluso a los paladares más experimentados. Con ello, demuestra que la tradición cervecera belga no solo se basa en recetas centenarias, sino también en la capacidad de reinventarse y adaptarse a nuevas tendencias globales.
Curiosidades del producto: Cannabis Club
La Cannabis Club destaca por estar rodeada de curiosidades que la hacen única dentro del mundo cervecero. Una de las más llamativas es su etiqueta y presentación, que suelen incorporar iconografía relacionada con la hoja de cannabis, generando impacto visual y atrayendo a quienes buscan algo distinto. Es importante destacar que la cerveza no contiene THC, el componente psicoactivo del cannabis, sino cáñamo, lo que significa que conserva un perfil legal y seguro, pero con aromas y sabores inconfundibles que evocan la planta.
Otra curiosidad es que, a pesar de ser una cerveza afrutada y ligera en graduación, se ha convertido en protagonista de festivales y ferias internacionales, donde sorprende a quienes la prueban por primera vez. Su sabor, a medio camino entre lo clásico y lo alternativo, la ha posicionado como un producto de iniciación para personas que no suelen consumir cerveza, ya que su suavidad y su originalidad despiertan interés incluso en quienes no se consideran aficionados a este mundo.
Finalmente, la Cannabis Club también representa un símbolo cultural. Más allá de la bebida en sí, encarna un estilo de vida desenfadado y juvenil, asociado a la libertad, la creatividad y la exploración de nuevas experiencias. Por ello, no solo se bebe como una cerveza más, sino que se disfruta como parte de un concepto más amplio que mezcla tradición belga con modernidad alternativa. En este sentido, ha trascendido de ser un simple producto a convertirse en un icono dentro del segmento de cervezas innovadoras.
