El Long Island Iced Tea es un coctel clásico y emblemático que ha cautivado los paladares de los amantes de las bebidas alcohólicas durante décadas. A pesar de su nombre, este cóctel no contiene té en absoluto. En lugar de eso, es una mezcla explosiva de varios licores fuertes que se combina con refrescos y jugo de limón, creando una bebida que es a la vez refrescante y poderosa.

El origen del Long Island Iced Tea es motivo de debate, pero generalmente se cree que se creó en la década de 1970 en Long Island, Nueva York, por un barman ingenioso que quería inventar una bebida fuerte pero agradable de beber. El resultado fue una mezcla de vodka, ron blanco, ginebra, tequila y triple sec, a la que se le agrega una pizca de jarabe de azúcar y jugo de limón. Todo se mezcla con hielo y se corona con cola, lo que le da a la bebida su característico color similar al del té helado.